Herbácea anual de la familia Malvacea, como el tilo y el hibisco. La familia Malvaceae está compuesta actualmente de 250 géneros mayoritariamente plantas herbáceas, distribuidas por todo el mundo salvo las áreas de tundra. Las zonas tropicales y subtropicales de América es donde viven la mayor variedad de especies.

Es una planta nitrófila. Vive feliz en los suelos alterados por la actividad humana con abundancia de nitrógeno y otras sales presentes. El nitrógeno en gran cantidad es tóxico para la mayoría de las plantas, pero no para nuestra heroína que crece rápidamente y florece con preciosas flores púrpura. La podemos ver durante toda la primavera en los alrededores de los establos, estercoleros, bordes de caminos, terrenos baldíos y lugares similares. A las plantas que viven en este tipo de lugares también se les llama ruderales, del latín ruderis, escombro. Otra planta nitrófila muy conocida es la ortiga.

Se dice a veces que la expresión “estar criando malvas” deriva de esta nitrofilia de la malva, pero no, tienen un origen menos macabro. En el siglo I d.c., Plinio el Viejo se encontraba en los alrededores del volcán Vesubio, explorando y haciendo experimentos para su Naturalis Historia. Y en la última carta que Plinio escribió a su amigo Tácito le contaba que entre sus últimas actividades se encontraba la de “criar malvas” (colare malvas), una flor que le tenía fascinado. Plinio murió probablemente a causa de los efluvios tóxicos del volcán y la noticia de su muerte llegó a Tácito más o menos a la vez que su última carta. A Tácito le impactó la imagen de Plinio cuidando con cariño sus flores casi mientras moría, así que escribió: “es por la magnitud de su persona y de su obra que Plinio no ha muerto, sino que está a los pies del Vesubio, criando malvas”. Esta poética imagen se extendió por todos los rincones del imperio, hasta nuestros días.

Como aquel romano sabría muy bien, las flores de esta planta contienen sustancias útiles para “ablandar” la tos y otros desarreglos humanos.

Aunque es originaria de Europa se encuentra extendida por muchos lugares del mundo. En Centroamérica y Norteamérica es considerada planta invasora ¡nuestra bella malvita!